La decisión adoptada por el equipo de Gobierno va en contra de los técnicos municipales del servicio de Energía y Agua, que proponen que la subida se realice con arreglo al IPC (que en el momento de la elaboración de este informe, en octubre, era del 3,6%), según figura en la propuesta de revisión de las tarifas, firmada por el concejal de Medio Ambiente, Jesús Enríquez.
«Los técnicos lo que aportan es una opinión más, pero esta decisión corresponde tomarla a los políticos», explica Enríquez. «En cualquier caso, es cierto que los técnicos recomiendan una subida del agua como el IPC, pero también dicen que se suba la depuración, (que es la otra parte de la tarifa) como el resto de los impuestos, un 4,9%. Además, según se puede ver en el contrato, el primer criterio que hay que mirar es el de la depuración», afirma.
«Creo que la subida es moderada y prudente, y muy por debajo de lo que quería la empresa que gestiona el servicio, Agualid, que llegó a pedir un aumento del 6% en depuración y un 20% en el abastecimiento», subraya el concejal del área.
Excesivo en tiempos de crisis
El portavoz del PSOE, Javier Izquierdo, aseguró ayer que subir el agua un 4,9% en tiempos de crisis es excesivo. «El alcalde siempre presume de que suben las cosas en función del último IPC conocido, pero aquí no ha sido así, es más del doble. Además han ignorado el criterio de los técnicos. Como en el resto de cosas todo lo decide el alcalde», subraya.
Por su parte, el concejal, Jesús Enríquez, indicó: «Las medallas de oro, plata y bronce en subidas del agua las tiene el PSOE cuando gobernaba, y también hubo crisis, ¿verdad? Subieron un año hasta el 16%», replica.
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